Esta semana las noticias que nos vienen de la ex pareja son por partida doble, ya que parece que Fernando Alonso y Raquel del Rosario vuelven a tener el corazón ocupado, eso sí, cada uno con sus respectivas parejas que eso de volver juntos parece que sólo lo vemos los más ilusos…
Por una parte tenemos a Raquel del Rosario que se dice que se nos ha enamorado de un fotógrafo y cineasta gallego llamado Pedro Castro, con el que se pasea por las calles de Oviedo, donde vive, toda contenta. La pareja se conoció gracias a la música y es que Pedro ha sido el que ha dirigido algunos de los videoclips de ‘El Sueño de Morfeo’ como ‘Lo mejor está por llegar’ o ‘Si no estás’. Vamos que la cosa viene de atrás… Qué fuerte.
Ahora igual sus palabras de hace unos días tienen más sentido… Pillina…
Ahora mismo, estoy viviendo una etapa de reencuentro conmigo misma, como quien dice. Y también siento ganas de volverme a enamorar. ¿Quién sabe? Poco a poco. Las cosas del amor van despacio, pero ojalá encuentre pronto el amor de mi vida
Y luego por otra parte, han vuelto a saltar fotos de Alonso en compañía de una fémina modelo. Ya vemos de qué pie cojea el asturiano. Después de Xenia Tchoumitcheva, parece que ahora Fernando vuelve a las andadas con esta top rusa llamada Kapustina Dasha (ve que siempre te las escoges con nombres bien sencillos).
Las fotos del piloto y la modelo han saltado de un Tumblr donde vemos al uno y a la otra como muy agarraditos en varias noches de fiesta. Además se dice que Dasha fue al Gran Premio de China a acompañar a su chico. Vamos que aquí tenemos otro ejemplar al que lucir.
Claro, que si aplicamos aquellas palabras de Alonso cuando negaba y renegaba tener nada con laChumi, aka Xenia, de me da que la cosa pinta muy malita para la rusa…
Cualquiera de mis amigos o, si tuviera novia, saben que si suben fotos mías a Internet no serían ni mis amigos ni mi novia
No sabemos de dónde habrán salido estas fotos, pero me da que no le van a sentar muy bien a Fer…
Sea como fuere, pues nos alegramos que rehagan sus vidas y vuelvan a sonreír, aunque sea por separado.
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